Pirata II
Pirata II
Pirata se puso en
frente de la tripulación y dijo con una voz firme, pero amable a la vez.
“Estoy orgullosa
de poder ser la capitana de esta tripulación y juro por mi vida que sabré
guiarlos tal y como aun lo sigue haciendo nuestro capitán, moriré con orgullo a
su lado.”
El capitán se
acercó a Pirata para abrazarle y le dijo mientras le entregaba su espada, “No
fue casualidad llegar a aquel puerto en el que te conocí, este siempre ha sido
tu destino, nunca lo olvides, Tú no eres una flor delicada, sino una rosa con
muchas espinas, bella pero intocable y fuerte.”
Aquellas palabras
junto a esa espada fueron el legado para Pirata, no paso mucho para que al
capitán recibirá el beso de la parca y callera en el sueño eterno.
La tripulación
lloro, por todos los caídos, Pirata fue la única que se mantuvo firme, no
mostro tristeza en su rostro, no derramo ninguna lagrima, por todas las vidas
que se perdieron.
Sus hombres sabían
la razón, desde ese día Pirata se convirtió en la nueva capitana y por aquello
no debía mostrarse débil ante su tripulación, por más que le doliera su
corazón, para Pirata era un dolor terrible ya que llego a apreciar a su difunto
capitán y a su tripulación como su nueva familia, fue como si le quitaran parte
de su vida, pero aún tenía que ser fuerte por la otra parte de su vida, la
parte que sobrevivió de tripulación.
Para que pirata
fuera reconocida como la nueva capitana, debía firmar un compromiso de sangre
ante su tripulación. (El compromiso de un capitán pirata es una prueba de
lealtad y valentía, lealtad a sus hombres y valentía ya que lo firmaban con su
verdadero nombre y su sangre, y si ese compromiso cae en las manos de sus
enemigos podrían hacer cualquier maleficio por medio de la magia negra o
cualquier conjuro, incluso condenar a su alma al mismo infierno)
La muerte del
capitán y de casi la mitad de la tripulación, fue un golpe terrible para los
sobrevivientes, aunque eran fuertes, eran muy pocos y eran vulnerables ante
cualquier enemigo, ya que pocos apenas se habían recuperado de aquella peste.
Por más difícil
que pareciera aquella situación la tripulación decidió que ya era el momento de
declarar a Pirata como la nueva capitana de aquel bajel desconocido, ella como
ya era costumbre de los capitanes, declaro su compromiso ante su tripulación.
“Este es y siempre
será mi deber como capitana de esta mi embarcación. Daré mi vida por los que
desde ahora serán mis hombres.
Desde ahora juro
como capitana que moriré, solo si mi
barco desciende con migo a bordo, ese será mi orgullo, mi mayor gloria.
Traicionar a mis
hombres será mi condena al fuego eterno del infierno.
No mostrare miedo,
ni lastima del enemigo, por más que sufra, yo no me rendiré en el combate, ya que las heridas
no me causaran dolor, como el que sufrirá mi corazón, si llego a traiciono a mi
tripulación.
Por más difícil
que sea la batalla nunca soltaré mi espada, por más que las heridas de mi
cuerpo y alma duelan.
Debo proteger este
compromiso de todos aquellos que quieran mi mal y el de mis hombres, protegerlo
de aquellos que quieren quitarnos nuestro poder sobre los siete mares, nunca lo
permitiré.
Muestro mi lealtad
y valor ante ustedes mi tripulación, dándoles a entender que son mi mayor prioridad y si ustedes caen
en combate, no serán olvidados.
Ante ustedes mis
hombres firmo este compromiso como capitana con mi verdadero nombre, por mi
confianza en ustedes y con mi sangre para mostrarles que daré mi vida por esta
tripulación.
Ningún enemigo
debe apoderase de mi compromiso, ya que seré vulnerable a la magia negra y
maleficios, los cuales me harán padecer de la forma más horrible.
Doy mi vida al firmarlo, pero la doy sin miedo y
con orgullo.”
Tras terminar de
leerlo se hiso un corte en su mano izquierda con la espada del difunto capitán,
y con su mano derecha cogió una pluma y con su sangre lo firmo. Su tripulación
alzo su voz en coro “Eterna vida y gloria a nuestra capitana PIRATA”
A partir de ese
día la embarcación sin nombre de Pirata era blanco de varios enemigos que
buscaban su derrota, aunque eran pocos resistían, no se doblegaron ante el
enemigo.
Pirata era el
blanco principal de todos sus enemigos, si ella caía su tripulación también lo
haría, pero no era nada fácil, ya que sus hombres la defendían en el combate,
aunque ella se negara siempre aceptaba su ayuda. Aquellos ataques cesaron por
un tiempo, mucho tiempo, pero Pirata y
sus hombres no se confiaban de la situación, era demasiado raro que de un
momento a otro no se toparan con ningún bajel enemigo.
A pesar de todo
ella sentía una presencia que estaba a su lado, pensaba que era el alma del
capitán que aún le acompañaba ya que le hacía estar segura de ella misma se
sentía protegida.
Una tarde
decidieron tomar un descanso en una pequeña isla deshabitada, debían recuperar
fuerzas y reabastecerse ya que no les quedaban muchas provisiones, ni
suficiente agua.
A cada miembro de
su tripulación le asignó una tarea, la de ella era ir a buscar agua, pero sus hombres se lo
impidieron, le dijeron que era mejor que ella se quedara en el barco.
-“No es por
retarla mi capitana, pero nos sentiríamos seguros de saber que usted se queda aquí,
a salvo ya que no sabemos lo que hay en esta isla y no queremos que se
arriesgue ya que en estas últimas luchas no ha tenido un descanso digno para
recuperar sus fuerzas.” Hablo su amigo el Lobo Marino, su más leal hombre.
-“No soy débil, se
luchar, por ustedes daría mi vida, pero si para ustedes es mejor que me quede
en nuestro barco lo hare, además tienen razón necesito recuperar mis fuerzas ya
que el enemigo no durara en atacar nuevamente.” Respondió Pirata con una voz
muy tranquila. –“No tarden y estén alerta”.
Fue lo que dijo
Pirata mientras veía como su tripulación se adentraba en la isla, ella decidió
relajarse un poco, sabía que sus hombres tenían razón se preocupaban demasiado
al igual que ella por ellos. Mientras pensaba en eso se le vino a la mente la
imagen de su difunto capitán, empezó a dejar salir varias lágrimas, las cuales había guardado hace mucho tiempo, no quería
parecer débil, pero llorar a escondidas no era su mejor opción, necesitaba a
alguien a su lado en ese momento.
Secó sus lágrimas y
se acercó a la borda para contemplar la belleza del océano, nuevamente sintió aquella
presencia a su lado, se sintió muy tranquila, muy segura, se sentía protegida y
llena de vida. Al bajar la mirada y ver su reflejo en el agua, sintió miedo al
ver a un ser parado a su lado al parecer le estaba abrazando, Pirata no se movía
por el miedo que sentía en ese momento. No sabía qué hacer en ese momento, no podía
dejar de mirar aquel reflejo en el agua, e intentar reconocerlo, parecía ser
una persona… CONTINUARA.
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